
La Sarra se encuentra un poco más arriba de Sallent de Gállego, y solemos ir algunos fines de semana porque nos encanta la montaña y a mi padre le apasiona pescar. Indudablemente, quienes mejor lo pasan son Duna y Vito. Este año todavía no habíamos subido ningún día, así que esta era la primera vez que Duna veía estos parajes, y Vito le hizo de guía de rastros.
Duna se bañó un poco a pesar de que el agua estaba heladísima y hacía bastante fresquito, pero ella adora el agua. A Vito no le hacen mucha gracia los baños así que se acercaba lo justo para beber agua y cuando no hubiese nadie cerca, no le fueran a salpicar.


Mientras comíamos los atamos para que no nos gorronearan. Hemos encontrado un buen artilugio en el Verdecora que se ancla en el suelo y se sujetan a él con la correa.

Lo pasaron en grande y disfrutamos mucho con ellos en el paseo que dimos alrededor del embalse.
Y después del día de aventura, se durmieron en el coche a la vuelta, siguieron durmiendo en casa al llegar y a la mañana siguiente seguían durmiendo pero finalmente les pudo el hambre. Eso sí, el paseo del lunes fue relajadísimo, parecía que no llevaba perros.



Mientras comíamos los atamos para que no nos gorronearan. Hemos encontrado un buen artilugio en el Verdecora que se ancla en el suelo y se sujetan a él con la correa.

Lo pasaron en grande y disfrutamos mucho con ellos en el paseo que dimos alrededor del embalse.
Y después del día de aventura, se durmieron en el coche a la vuelta, siguieron durmiendo en casa al llegar y a la mañana siguiente seguían durmiendo pero finalmente les pudo el hambre. Eso sí, el paseo del lunes fue relajadísimo, parecía que no llevaba perros.
